Garantía del avalista durante la tacita reconducción del arrendamiento

La garantía del avalista durante la tacita reconducción del arrendamiento es una figura que tiene por objeto garantizar el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el arrendador durante el periodo de reconducción, así como la indemnización por daños y perjuicios que pudiera sufrir el avalista.
En este sentido, el avalista responderá de las obligaciones contraídas por el arrendador durante el periodo de reconducción, incluyendo el pago de la renta, el cumplimiento de las condiciones del contrato y la reparación de daños y perjuicios.
En caso de que el arrendador decida ejercer la tacita reconducción del contrato de arrendamiento, el avalista quedará obligado solidariamente con el arrendatario a cumplir con las obligaciones derivadas del contrato.
¿Qué implica la tácita reconducción en un contrato de arrendamiento?
La tácita reconducción en un contrato de arrendamiento tiene como implicación la continuidad del contrato por un período igual al inicialmente pactado, salvo que ambas partes acuerden otra cosa. Este mecanismo se utiliza para preservar la estabilidad de las relaciones contractuales y permite a ambas partes planificar el futuro.
En el caso de que el arrendador quiera rescindir el contrato, deberá indemnizar al arrendatario por el daño emergente y el lucro cesante. Por su parte, el arrendatario podrá rescindir el contrato en caso de que el arrendador no cumpla con sus obligaciones, sin necesidad de indemnizar.
¿Qué implica ser avalista en un contrato de alquiler?
Un avalista es una persona que se compromete a responder de las deudas de otra persona en caso de que ésta no pueda cumplir con sus obligaciones. Por lo tanto, si eres avalista en un contrato de alquiler, estás comprometido a pagar la renta en caso de que el inquilino no lo haga. Además, es importante que sepas que ser avalista significa asumir las mismas responsabilidades que el inquilino, es decir, que si el inquilino deja de pagar la renta, tú también estarás obligado a hacerlo.
¿Cuántos años puede durar la tacita Reconducción?
Las tacitas de reconducción se diseñaron para durar décadas, pero no hay una respuesta exacta dada la variabilidad en el uso y cuidado. Pueden durar de 5 a 20 años, o más, dependiendo de la frecuencia con que se use, la limpieza y el cuidado.
¿Cómo dejar de ser aval en un contrato de alquiler?
En primer lugar, debe saber que existen dos tipos de aval: el personal y el real. El personal aval es el que se compromete directamente a cumplir la obligación contraída por el deudor, mientras que el aval real es aquel que garantiza el cumplimiento de la obligación mediante la cesión de sus propiedades.
Si es usted el aval personal, deberá ponerse en contacto con el deudor para intentar solucionar el problema. Si no es posible, deberá acudir a un abogado para que le asesore sobre la mejor manera de proceder. Si es el aval real, deberá ponerse en contacto con el acreedor para intentar renegociar el pago de la deuda. Si esto no es posible, deberá acudir a un abogado para que le asesore sobre la mejor manera de proceder.
A partir de la entrada en vigor de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1994, el avalista goza de la garantía de conservación de su obligación avalada durante el periodo de reconducción tácita del contrato de arrendamiento, en caso de que éste se produjera.
Cuando el arrendamiento es objeto de tacita reconducción, el avalista permanece garante de las obligaciones contraídas por el arrendador durante el periodo de vigencia de la reconducción.